"Haah... haah... haah..." Uraraka jadeaba, apoyándose contra una pared rota mientras presionaba su mano contra el estómago. Las náuseas causadas por el uso constante de su Don habían alcanzado su límite, haciéndola sentir extremadamente mareada.
Aun así, había una pequeña sonrisa en su rostro. "A-al menos obtuve bastantes puntos," murmuró, complacida de haber tomado el riesgo de adentrarse más en la ciudad, donde encontró varios robots.
Pero su breve pausa fue interrumpida por un sonido ensordecedor.
¡BAAAMMM!
Los ojos de Uraraka se agrandaron al mirar hacia arriba, justo a tiempo para ver un enorme pedazo de escombros cayendo hacia ella.
"¡Ahh!" gritó, saltando hacia un lado en el último segundo.
Los escombros chocaron contra la pared detrás de ella con un fuerte estruendo, desintegrándose en una lluvia de escombros que colapsaron sobre ella.
Desafortunadamente, Uraraka no tuvo tiempo de reaccionar. Los fragmentos de roca y concreto cayeron pesadamente sobre ella, golpeando sus piernas y espalda.
"Argh..." gimió de dolor, sintiendo cómo el peso le sacaba el aire. "A-alguien, ayúdeme," suplicó con dificultad, intentando liberarse de los escombros que la inmovilizaban.
Pero su cuerpo exhausto y el dolor en sus costillas y piernas hacían que el esfuerzo pareciera inútil.
¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!
El sonido de algo masivo e inmenso acercándose hizo que el corazón de Uraraka se acelerara. Miró hacia arriba y vio la enorme sombra del Zero Pointer alzándose contra el cielo, sus enormes brazos acercándose con pasos pesados. El pánico la invadió instantáneamente.
"¡POR FAVOR, ALGUIEN AYÚDEME!" Desesperada y con lágrimas corriendo por sus mejillas, Uraraka temía por su vida por primera vez. Pero esto no podía estar sucediendo, ¿verdad? ¡Era solo una prueba!
'¡Pero el dolor es demasiado real!' pensó, mirando frenéticamente a su alrededor, sin ver a nadie que viniera a ayudarla. '¿Dónde está todos? ¿Por qué nadie me ayuda? ¿¡No estamos todos tratando de ser héroes!?'
Fue entonces cuando escuchó una voz, calmada pero con un tono irritado. "¡Oye! ¿¡Qué demonios estás haciendo!?"
Giró lentamente la cabeza, sin entender del todo cómo alguien se había acercado sin que ella lo notara, y vio a Bakugo agachado a su lado. Estaba simplemente allí, con esa mirada despreocupada, exactamente como cuando derribó docenas de robots al comienzo de la prueba.
"¿¡Qué demonios estás haciendo!?" repitió Bakugo, esta vez con una impaciencia palpable.
¡BAM!
Parpadeó, sin saber cómo responder, aún aturdida. "T-tienes que correr, esa cosa es—"
"¿¡Qué estás haciendo!?" la interrumpió Bakugo, su tono de frustración casi cómico, como si ella estuviera haciendo algo completamente idiota.
Uraraka cerró la boca, sorprendida. ¿Este chico no veía al robot gigante acercándose? Más importante aún, ¿no veía que ella estaba atrapada? "E-estoy atrapada. Creo que me rompí una pierna o una costilla—"
Bakugo soltó un bufido que sonó casi como si estuviera decepcionado con su respuesta. "Por eso te estoy preguntando qué estás haciendo." Se acercó y le agarró la muñeca.
¡BAM!
'¿¡Qué está haciendo!?' pensó Uraraka, sintiendo cómo sus mejillas se calentaban por su toque. '¡Espera! ¿Por qué estoy sonrojándome en esta situación? ¿Por qué esto... por qué estoy—?'
"¿Quieres ser una heroína, verdad?" Bakugo guió su mano hacia los escombros, haciendo que sus dedos tocaran el concreto. "Los héroes no pueden resolver todo por su cuenta. Por eso no hay problema en pedir ayuda.
El gran pedazo de concreto comenzó a flotar suavemente, aliviando la presión sobre Uraraka. Sus náuseas regresaron, pero apenas lo notó, demasiado perdida en mirar y escuchar al chico.
"Pero antes de pedir ayuda, tenemos que darlo todo. Luchar hasta el último segundo, hasta nuestro último aliento. Porque incluso cuando el dolor es insoportable, incluso cuando estamos al borde del colapso... cuando todo parece perdido y el mundo intenta derribarnos—somos nosotros quienes nos levantamos." dijo Bakugo, con sus ojos carmesíes fijos en los de ella. "Ese es el lema de esta escuela, ¿no? Plus Ultra."
¡BAM!
Por un momento, Uraraka sintió que el mundo a su alrededor desaparecía. El sonido ensordecedor del robot, el dolor palpitante en su cuerpo—todo se desvaneció. Su mente se enfocó únicamente en los ojos de Bakugo, que parecían robarle el aire de los pulmones.
Y había algo en la forma en que hablaba—una mezcla de fuerza bruta y convicción inquebrantable—que la dejaba incapaz de apartar la mirada. Era como si, por un breve instante, toda la gravedad a su alrededor hubiese desaparecido, y el único punto fijo fuera él.
Uraraka no podía explicar del todo lo que sintió en ese momento, pero su corazón parecía latir con más fuerza, empujándola a reaccionar, a luchar, a ser mejor.
Y aun cuando Bakugo se alejó para enfrentar al robot gigante, no pudo apartar la vista de él, como si fuera una llama... una luz que necesitaba en medio de la tormenta.
***
'Hmm, no estoy seguro de haberme expresado bien,' pensó Bakugo, girando para enfrentar al Zero Pointer. 'Tsk, es tan difícil comunicarme sin mandar a todos al demonio.'
Levantando la mano lentamente, esbozó una pequeña sonrisa. 'Esta va por ti, Todoroki.'
"¡Inferno Blastwave!"
¡¡¡¡¡BOOOOOMMM!!!!!
***
Disclaimer: No soy dueño de ninguno de los personajes o canciones que aparecen en este fic. Además, no reclamo propiedad sobre ningún producto o propiedad mencionada en esta novela. Esta obra es completamente fanfic.